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María del Mar Díaz Alcázar
Relación entre vitaminaDy factores de riesgo cardiovascular
de unos 3000 genes(10), lo que conlleva manifestaciones múlti-
ples en las situaciones carenciales. El déficit mantenido se asocia
a patologías crónicas: óseas, cardiovasculares, renales, diabetes
mellitus tipo 1 y 2, cánceres (próstata, colon y mama), enferme-
dades autoinmunes o infecciosas, demencia e infertilidad, entre
otras(11-13). La carencia se retroalimenta considerando que los
casos con patología cardiovascular suelen presentar menor expo-
sición a la luz solar por realizar menor actividad al aire libre(14).
La hipovitaminosis ha sido asociada a la obesidad, ya que el tejido
adiposo retiene la vitamina D por su estructura lipofílica(15). Por
otra parte, valores elevados vitamina D están relacionados con
mayor supervivencia en pacientes con cáncer colorrectal, linfoma
y cáncer de mama. Las enfermedades cardiovasculares, la diabe-
tes tipo 2 y el síndrome metabólico, son las principales causas de
morbimortalidad en el mundo, representando aproximadamente
el 30% de las muertes(16). La evidencia sugiere una posible aso-
ciación entre la vitamina D y diversas alteraciones cardiovascula-
res, como hipertensión arterial, hipertrofia ventricular izquierda,
enfermedad vascular periférica, aterosclerosis, enfermedad co-
ronaria e insuficiencia cardiaca congestiva(17-19). Se han pro-
puesto varios mecanismos protectores de la vitamina D sobre las
enfermedades cardiovasculares: regulación del sistema renina-
angiotensina-aldosterona, efecto directo sobre el endotelio vas-
cular, concentraciones de hormona paratiroidea y disminución
de citocinas inflamatorias(4,20). Individuos sanos con déficit de
vitamina D tienden a presentar concentraciones más altas de bio-
marcadores ligados a enfermedad cardiovascular e inflamación.
El objetivo de este estudio descriptivo es analizar la posible
asociación entre factores de riesgo cardiovascular, especialmen-
te hipertensión, y los estados carenciales de vitamina D, de los
pacientes atendidos en la Unidad de Hipertensión y Lípidos del
Hospital Universitario San Cecilio de Granada.
PACIENTES Y MÉTODOS
Los pacientes atendidos de enero a marzo de 2014 en la
Unidad citada fueron valorados para su inclusión en este estudio
descriptivo. Se seleccionaron los de 40 a 70 años con hipertensión
no controlada. Los criterios para considerar la hipertensión no
controlada han sido cifras tensionales >130/80 mmHg y/o cam-
bio en el tratamiento. De cada paciente se ha valorado la historia
clínica electrónica, con especial atención a la diabetes mellitus y
la enfermedad cardiovascular o cereberovascular como factores
de riesgo cardiovascular. Se incluyó la valoración de la vitamina
D en la analítica sanguínea solicitada para la siguiente revisión
en la Unidad a los 3, 6 ó 12 meses. La muestra fue analizada en
el laboratorio del propio hospital. La posible carencia vitamínica
se estudió mediante la determinación bioquímica de 25(OH)D. Se
considera déficit manifiesto <10 ng/ml, ligero 10 – 15 ng/ml, nor-
malidad 15 – 20 ng/ml, cifras óptimas 20 – 25 ng/ml y toxicidad
>100 ng/ml. La obtención de datos cumplió con los requisitos éti-
cos del Comité del Centro donde se ha llevado a cabo el estudio.
RESULTADOS
De los 227 pacientes atendidos durante el periodo indicado,
teniendo en cuenta que se contabilizaron una sola vez a los que
acudieron en dos ocasiones, cumplían los criterios de edad, 152
pacientes (66,96%). De ellos, presentaban hipertensión no con-
trolada 81 (35,68%), que fueron seleccionados para su inclusión
en el estudio, con la siguiente distribución: 31 varones (38,27%) y
50 mujeres (61,73%). De todos, 74 (91,36%) cumplían el criterio
cifras tensionales >130/80 mmHg y, 39 (48,15%) cambio en el tra-
tamiento. Por tanto, 49 (60,49%) pacientes cumplían un criterio y
32 (39,51%) dos criterios. De los pacientes incluidos, 13 (16,05%)
presentaban diabetes mellitus y también 13 (16,05%) anteceden-
tes de enfermedad cardiovascular o cerebrovascular, dándose
ambas patologías a la vez en 5 de ellos (6,17%).
La vitamina D se determinó en 41 de los pacientes (50,62%):
15 (36,59%) varones y 26 (63,41%) mujeres. De ellos, 38 (92,68%)
presentaban cifras tensionales >130/80 mmHg y en 18 (43,90%)
había habido cambio en el tratamiento. Por tanto, 27 (65,85%)
cumplían un criterio y 14 (34,15%) cumplían dos criterios. Ade-
más, 6 (14,63%) presentaban diabetes mellitus y en otros 6
(14,63%) había antecedentes de enfermedad cardiovascular o
cerebrovascular, concurriendo ambas patologías en 2 pacientes
(4,88%).
Los valores de vitamina D de los sujetos incluidos fueron óp-
timos en 29 de ellos (70,73%), normales en 6 (14,63%), había lige-
ro déficit en 5 (12,20%) y déficit en 1 (2,44%). La analítica a partir
de la cual fue determinada la vitamina D fue realizada en enero
en tres individuos (7,32%), en febrero en 11 (26,83%), en marzo
en 1 (2,44%), en abril en 4 (9,76%), en mayo en 8 (19,51%), en
junio en 3 (7,32%), en julio en 3 (7,32%), en agosto en 1 (2,44%),
en septiembre en 5 (11,20%), en octubre en 1 (2,44%) y en no-
viembre en 1 (2,44%) y ninguno en diciembre. (Figura 1)
DISCUSIÓN
El Hospital Universitario San Cecilio de Granada presta aten-
ción sanitaria a la población del distrito Granada, área metropo-
litana y distrito Sur, que incluye la zona costera de la provincia.
Estas zonas, geográficamente, no presentan riesgo de déficit de
vitamina D. Esta puede ser una de las razones por las que los pa-
cientes analizados muestren mayoritariamente valores óptimos
de vitamina D a pesar de que existe evidencia científica disponi-
ble a favor de una posible asociación entre las cifras de vitamina
D y los factores de riesgo cardiovascular.
La acción de la vitamina D como protector de la enfermedad
cardiovascular podría deberse a la acción directa sobre los cardio-
miocitos; o a un mecanismo indirecto por asociación con factores
de riesgo cardiovasculares(21). La vitamina aumenta la síntesis de
una proteína de la matriz que inhibe la calcificación vascular; de
manera que el déficit se asocia a mayor esclerosis de la pared
vascular. Por otra parte, la vitamina D actúa como inhibidor de ci-
toquinas inflamatorias, incluyendo TNFα, que ha sido relacionada
con la rigidez arterial, y produce aumento de la interleucina 10,
citocina antiinflamatoria. De esta manera, la vitamina D se asocia
con la respuesta inflamatoria producida en la afectación cardio-
vascular. El déficit también conlleva la activación del sistema re-
nina-angiotensina-aldosterona, y la consiguiente predisposición
a hipertensión arterial e hipertrofia del ventrículo izquierdo. El
déficit de vitamina D se asocia además al aumento de la hormona
paratiroidea (PTH), lo que se relaciona con la insulinorresistencia,
la hipertensión y la inflamación. Los grupos de riesgo de déficit vi-
tamínico son habitantes de zonas más distantes del ecuador o con
larga época invernal, niños y ancianos, individuos con pigmenta-
ción oscura de la piel, personas con exposición solar inadecuada,
imposibilidad para salir a la calle o mujeres portadoras de velo,
uso de cremas solares y escasa superficie cutánea expuesta, con-
taminación, tabaco, obesidad, ingesta inadecuada de vitamina D
o malabsorción, enfermedad renal o hepática, tratamiento con
Figura 1. Mes en que se tomó lamuestra de sangre para determinar
la vitamina D.