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Yolanda Baca Morilla

Convulsión en hemodiálisis con ventilación ineficaz

tuaciones de la volemia y el aumento del edema perilesional

por los cambios osmóticos durante el procedimiento (4-6). Se

trata de hematomas cerebrales con elevada probabilidad de

resangrado (5-10 veces mayor) y mortalidad precoz (el 80% el

primer mes,el doble que la población general)5. El bajo nivel

de conciencia al ingreso, el gran tamaño y la irregularidad del

hematoma,la hipertensión (sobre todo, diastólica), la diabetes

mellitus,el aumento de fibrinógeno y del tiempo de protrombi-

na se han considerado factores de mal pronóstico.

En una crisis convulsiva tónico-clónica en estos pacientes,

es imprescindible un manejo adecuado de la vía aérea (VA),

que en la mayoría de las situaciones, por la mordida de la len-

gua, la contracción mantenida de maseteros, podríamos con-

siderarla como vía aérea difícil (VAD). Se define la VAD

como

“aquella situación clínica en la que un médico entrenado expe-

rimenta dificultades para la ventilación con mascarilla, para la

intubación traqueal o ambas, estimándose una incidencia de

1-4 % de la población general” (7). Las dificultades de manejo

de la VA son una causa importante de morbilidad y mortali-

dad. La formación en este campo para conseguir solventar la

situación emergente es considerada de importancia. Entre los

medios que deben ser conocidos y manejados por todo el per-

sonal sanitario incluyen la ventilación con mascarilla facial y

cánula orofaringea, uso de dispositivos supraglóticos (masca-

rillas laríngeas) para mantener una ventilación eficaz hasta la

llegada de un equipo con experiencia en el manejo de la VAD.

La intubación endotraqueal con fibroscopio (FB) es útil en gran

número de situaciones y se considera una de las técnicas de

elección en situaciones en que la laringoscopia es peligrosa,

inadecuada o imposible, ya que permite practicar, bajo visión

directa, una rápida y atraumática intubación, incluso en los

casos con importantes alteraciones anatómicas, pero se deja

para personal experimentado en su uso (8).

El caso en el que nos centramos fue una situación de pre-

sencia de VAD por macroglosia en el contexto de una crisis co-

micial tónico-clónica generalizada intradiálisis en situación de

urgencia con signos y síntomas de hipoxia ya que la clínica de

dificultad respiratoria iba en aumento.

CASO CLÍNICO

Paciente de 36 años, con insuficiencia renal crónica ter-

minal de 17 años de evolución secundaria a nefropatía por re-

flujo e hipertensión arterial. Transplantada en dos ocasiones

sufriendo en el primer injerto un rechazo hiperagudo vascularo

y una nefropatía crónica en el segundo transplante. Entre los

antecedentes presentaba hiperreactividad bronquial con crisis

de broncoespasmo ocasionales, hipertensión pulmonar, hiper-

tensión arterial, anemia crónica, taquicardias paroxísticas su-

praventriculares, neumonías de repetición, peritonitis bacte-

riana secundaria a tubaritis, shock hemorrágico por laceración

de la vena yugular externa y carótida derecha y taponamiento

pericárdico con necesidad de pericardiocentesis. Tras una se-

sión de hemodiálisis, sufrió una crisis tónico clónica generali-

zada con un valor en la escala Glasgow de 7 y mordida continua

de la lengua por trismus de varios minutos de duración. En esta

situación comienza con desaturación arterial de oxígeno por

obstrucción de la VA. Ante la imposibilidad de desobstrucción

mediante cánula orofaringea, con la consiguiente imposibili-

dad de ventilación mediante dispositivo Ambú, se solicitó un

dispositivo supraglótico (Mascarilla Laríngea), siendo dificulto-

sa su colocación pero suficiente inicialmente para mantener

la oxigenación de la paciente. En un segundo tiempo, ya en

manos expertas, se intentó la intubación traqueal mediante FB

através del dispositivo supraglótico. Debido a la desestructu-

ración de la vía aérea superior por la macroglosia

(figura 1)

, la

colocación del dispositivo no fue adecuada siendo imposible

la intubación a ciegas através del dispositivo ni bajo visión di-

recta con el FB. Los signos de obstrucción fueron en aumento

(figura 2)

junto con desaturación (medida por pulsioximetría

de SatO% 88%), estridor y disnea.

Como última opción fue usado de FB vía nasal, valorando

la posibilidad de un abordaje quirúrgico y teniendo preparado

el set de cricotiroidotomía en caso de que fuera necesario. Esta

decisión fue tomada después de valorar a la enferma y consi-

derando que, a pesar de ser una situación de urgencia e inesta-

bilidad de la misma, la enferma era capaz de mantener satura-

ciones que nos permitían un tiempo de manejo de la vía aérea

de algunos minutos. Con la paciente debidamente monitorizada y

tras la comprobación del estado del FB, el abordaje de elección es

la vía nasal por la imposibilidad de introducirlo vía oral. La paciente

fue diagnosticada posteriormente de hemorragia de ganglios ba-

sales, precisando ventilación mecánica, con mala evolución de la

paciente, siendo exitus a los pocos días del cuadro clínico.

CONCLUSIONES

Ante una crisis convulsiva en hemodiálisis se debe realizar una

actuación rápida y efectiva. En primer lugar es imprescindible re-

tornar la volemia y terminar la sesión de hemodiálisis, a la vez que

se protege la vía aérea. Es necesario tratar la complicación de base

que ha provocado la crisis convulsiva y corregir la hipotensión y los

episodios de arritmias. Si la crisis es mantenida se debe administrar

Diacepam en bolo iv y Fenitoína (2).

La hemorragia intracraneal es más frecuente tras una eleva-

ción brusca de presión arterial o por la administración de hepa-

rina durante la diálisis. El sangrado más típico es la hemorragia

subdural de modo espontáneo, pero no es raro tampoco la he-

morragia subaracnoidea o intracraneal. Para evitarlas es nece-

sario controlar la presión arterial y en pacientes con riesgo de

sangrado hacer hemodiálisis sin heparina (5).

El reconocimiento de una vía aérea potencialmente difícil

es el primer paso para su control. Es responsabilidad del Facul-

tativo Especialista reconocer la posible obstrucción de la VA y

decidir la técnica más adecuada para su abordaje garantizan-

do una correcta oxigenación del paciente. Es importante saber

emplear recursos y alternativas que puedan superar las dificul-

tades técnicas de su manejo. La A.S.A. (3) publicó en 1993 una

guía clínica de manejo de la vía aérea difícil con el objetivo de

disminuir la frecuencia de esas complicaciones que fue actua-

lizada en Octubre del 2002 basándose en una nueva revisión

Figura 1. Imagen directa de la macroglosia que evidencia la

dificultad de manejo de la vía aérea