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Ángela M. Soriano

Hipertermia iatrogénica por manta térmica

dentes personales de hipertensión arterial y Diabetes Mellitus no

insulino dependiente con tratamiento habitual con antidiabéticos

orales y ARAII/Diurético. Es diagnosticado de un adenocarcinoma

de recto de tercio medio estadio T4N2M0 (Estadío IIIC) infiltrante

de fascia mesorrectal, vejiga, próstata y vesículas seminales. El

adenocarcinoma es el cáncer colorrectal más frecuente (90%),

presenta una serie de factores predisponentes como puede ser

la dieta rica en grasas y pobre en frutas y verduras, presencia

de pólipos, enfermedades inflamatorias intestinales, antece-

dentes de cáncer colorrectal o factores genéticos. Su diagnós-

tico se basa en la historia clínica, exploración física, analítica

y marcadores tumorales inicialmente. Posteriormente el pa-

ciente se debe de someter a una colonoscopia y exploraciones

radiológicas que nos dará datos de la extensión del mismo. La

clasificación más empleada es el TNM, en el caso de nuestro

paciente presenta un T4 ( tumor invade directamente o se ad-

hiere a otro órgano o estructuras) N2 (metástasis de ganglio

linfáticos regionales) y M0 (no hay metástasis a distancia).

La elección del tratamiento más adecuado debe de tener

en cuenta factores del paciente, del tumor y factores depen-

dientes del mismo tratamiento. En los casos de peor pronós-

tico, como es el caso que nos ocupa, el tratamiento requiere

un “enfoque multidisciplinar”. En lo que se refiere al abordaje

quirúrgico, la extirpación de órganos vecinos, va a depender

de lo que se evidencie en el estudio radiológico, estado gene-

ral del paciente, grado de extensión y posibles complicaciones

esperadas.

Nuestro paciente se propone para tratamiento quirúrgi-

co, Exenteración Pélvica Total (cirugía pélvica de mayor alcan-

ce). Dicha cirugía consiste en extracción de la vejiga, próstata,

vesículas seminales y recto , requiriendo derivaciones a piel tan-

to para la eliminación de la orina y de la materia fecal (ureteros-

tomías y colostomías).

Es una cirugía de gran embergadura por lo que precisó un

estudio preoperatorio previo en el que se realizó una historia

clínica completa, exploración física, se revisaron las pruebas ne-

cesarias de cara a la cirugía así como la reserva de concentrados

de hematíes, sustitutos del plasma y plaquetas. En la exploración

por sistemas no presenta ningún hallazgo importante.

La intervención de realiza bajo Anestesia General Balancea-

da-Combinada.

Iniciamos el proceso anestésico con la colocación de un ca-

téter epidural torácico bajo (T8) sin complicaciones, el cual se

considera básico y necesario para el manejo intraoperatorio y

sobretodo postoperatorio del control adecuado de la analgesia.

En este caso utilizamos levobupivacaina 0,0125% en perfusión

durante toda la cirugía.

Procedemos a la inducción – intubación, manteniendo el

paciente estabilidad en todo momento. Dicha secuencia se reali-

za preoxigenando al paciente adecuadamente y posteriormente

administrando midazolam (0,05 mg/kg) y ranitidina 50 mg como

premedicación, seguido de fentanilo (3 mcg/kg), propofol (2,5

mg/kg), rocuronio (0,6 mg/kg) y lidocaina 1mg/kg). Se realiza la

intubación orotraqueal sin complicaciones (ya presentaba una

valoración de la vía aérea sin hallazgos llamativos). El manteni-

miento inicial se realiza con oxígeno más aire al 50%, sevoflu-

rano 1,5% y perfusiones continuas variables de remifentanilo y

rocuronio.

Antes del inicio de la cirugía y, debido a la técnica agresiva

a la que va a someterse, se decide un control hemodinámico más

exahustivo por lo que se procede a la canalización una vía central

(subclavia derecha) y arterial (radial); todo ello nos va a permitir

la monitorización invasiva, disponer de vías adecuadas y extrac-

ciones para el control durante el mantenimiento. Debemos des-

tacar que el sistema de monitorización utilizado (Vigileo- Flotrac)

va a ser pieza importante en el diagnóstico in situ de la clínica

que presentará el paciente. Dicho monitor nos aportará datos de

precarga, contractibilidad y postcarga. Añadimos a la monitoriza-

ción ya descrita el sondaje vesical, monitor de Índice Bispectral

(BIS), neuroestimulador y pulsioximetría así como control de la

hipotermia usando calentador de sueros y manta de calor.

Tras 3 horas de cirugía con estabilidad hemodinámica y

respiratoria el paciente presenta un cuadro mantenido de hipo-

tensión (RVS= resistencias vasculares sistémicas y VVS= variación

de volumen sistólico bajos) y taquicardia que precisa el uso de

vasoactivos (fenilefrina) así como la optimización de la precar-

ga mientras descartamos la posible hipovolemia por sangrado.

Dicha situación empeora añadiendo a los datos previamente

expuestos un Índice Cardiaco (IC) y Saturación Venosas Central

(SvC) altos, así como IVS (Índice de volumen sistólico) bajo. Tras

descartar el sangrado y siendo la situación del enfermo cada vez

más complicada instauramos tratamiento con dobutamina y no-

radrenalina junto con optimización de precarga que ya habíamos

empezado previamente.

Tras realizar diagnóstico diferencial que nos oriente a un

cuadro de inicio brusco con repercusión hemodinámica que

justifique los datos recogidos llegamos a la conclusión de que

el paciente sufre un cuadro de SRIS (Síndrome de Respuesta In-

flamatoria Sistémica): IC, VVS y SvC altos y cifras disminuidas de

RVS, IVS y PVC. Pero ¿qué nos justifica este cuadro en un intrao-

peratorio?. Uno de los cuadros a considerar es la hipertermia

intraoperatoria y no podemos olvidar que dicho cuadro lo pode-

mos provocar de forma iatrogénica. En nuestro caso se produjo

por el uso de la manta térmica que provoco en el enfermo una

hipertermia mantenida de 39,5 ºC.

Tras el diagnóstico el manejo es fácil ya que cede en pocas

horas con la retirada del calor externo, medidas físicas, y antitér-

micos (Paracetamol 1g/6h). El paciente se estabiliza, normalizán-

dose los parámetros hemodinámicos de precarga, contractibili-

dad y postcarga así como la taquicardia y la SvC pudiendo retirar

el soporte farmacológico totalmente. Esto junto con datos ana-

líticos y gasométricos adecuados nos permitió la extubación del

enfermo a las 2 horas de estancia en Reanimación (previamente

no fue posible por la situación expuesta).

DISCUSIÓN

La hipertermia es trastorno de la regulación de la tempe-

ratura corporal que puede ser producida de forma iatrogénica.

Tiene repercusión clínica a diferentes niveles, destacando el he-

modinámico, pudiendo presentarse como un SRIS. El SRIS es la

respuesta clínica generalizada a una gran variedad de agresio-

nes graves y que deben de cumplir dos o más criterios de los

siguientes: temperatura central mayor a 38º o menor a 36º, fre-

cuencia cardiaca mayor a 90 ppm, frecuencia respiratoria mayor

a 20 rpm o PaCO2 menor a 32 mmHg, leucocitos mayores de

12.000 o menores a 4,000 cls/mm 3 . Cursa como un cuadro de

hipermetabolismo con datos de precarga y postcarga disminui-

dos junto con taquicardia e índice cardiaco (IC) elevados (4-6).

Presenta un cuadro clínico de hipotensión, vasodilatación se-

vera e hipertermia y puede ser causado por diversas causas no

sépticas como pancreatitis agudas graves, grandes quemados,

politraumatismos, postoperatorios de cirugía mayor, Síndrome

postcirugía cardiaca con circulación extracorpórea, vasculitis sis-

témicas, enfermedades autoinmunes o Síndrome antifosfolípido

primario(7-8).

Tras la exposición del caso clínico debemos enfatizar en el

uso de la temperatura como parámetro de monitorización básica

en el intraoperatorio y destacar que los sistemas de monitoriza-

ción mínimamente invasiva como el Vigileo-Flotrac nos pueden

orientar al diagnóstico de un cuadro de hipermetabolismo (SRIS)

y un abordaje precoz del mismo.

El tratamiento de la hipertermia causada por una fuente ex-

terna es la retirada de la misma, antitérmicos, medidas físicas y

tratar el cuadro hemodinámico según los datos que nos aporte la

monitorización usada(9-10).