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13

Sociedad Andaluza

de Angiología y Cirugía Vascular

SUPLEMENTO

caso clínico

Actual. Med.

2016; 101: (799). Supl. 13-36

A día de hoy, la necesidad de tratamiento así como la téc-

nica a seguir siguen siendo un tema controvertido. En base a

diferentes estudios, se sabe que la obliteración espontánea de

estas fístulas es poco frecuente, y no existen factores que hayan

demostrado significación desde el punto de vista estadístico. Por

tanto, la posibilidad de que exista un cierre espontáneo de la mis-

ma no debe demorar el tratamiento quirúrgico

4

.

En general, se considera que el tratamiento conservador

solamente está indicado en aquellas fístulas de reducido ta-

maño que no presentan efectos hemodinámicos. En el resto

de casos, el tratamiento de elección es quirúrgico. En nues-

tro caso, el paciente presentaba una fístula arteriovenosa de

alto débito, y que además se encontraba asociada a presencia

de dilatación tanto de arteria como vena proximal, y también

dilatación del sistema venoso distal con aparición de venas

varicosas y edema de miembro inferior derecho sintomático;

de ahí que desde el momento del diagnóstico se optara por

tratamiento quirúrgico

1,5,8

En el inicio de la cirugía abierta de las fístulas arterioveno-

sas, se llevaba a cabo un tratamiento paliativo mediante ligadura

de la misma. Sin embargo, dada ausencia de mejoría completa

de la clínica de esta técnica, hoy en día se opta por una técni-

ca reparadora basada en ligadura de la fístula y reparación del

componente arterial mediante anastomosis termino-terminal o

bien interposición de un bypass (preferiblemente con vena). La

reparación o no del componente venoso de la fístula sigue siendo

variable

1,5

.

Otros autores en este tipo de paciente podrían haber prefe-

rido un tratamiento endovascular mediante embolización o bien

colocación de un stent recubierto

6

. Sin embargo, bajo nuestro

punto de vista, esta opción presentaba mayores desventajas dada

la edad del paciente (31 años),el grado de dilatación de los vasos

proximales y la disparidad de diámetro entre arteria proximal y

distal. La posibilidad de una embolización de la fístula se vería

ensombrecida por el grado de dilatación de la vena proximal (44

mm), que conllevaría un alto riesgo de embolia pulmonar o in-

cluso una embolia hacia territorio arterial distal. Por otro lado,

la posibilidad de colocación de un stent recubierto sería muy

dificultosa por el gran diámetro de la arteria femoral superficial

(19 mm), pudiendo solo emplearse una rama de una endopró-

tesis aórtica , pero seguiríamos contando con el problema de la

diferencia de calibre entre arteria femoral superficial (19 mm) y

arteria poplítea distal a la fístula (9 mm). En base a todos estos in-

convenientes, se optó por tratamiento quirúrgico abierto, el cual

tuvo buenos resultados, con mejoría clínica en los días sucesivos,

disminución del edema del miembro afecto, así como de los cor-

dones varicosos.

En conclusión, consideramos que los pacientes con fístu-

las postraumáticas sintomáticas han de ser intervenidos para

evitar la progresión de la alteración hemodinámica que supo-

nen. En cuanto al tratamiento, se opta por cirugía abierta por

encima de cirugía endovascular dada la presencia de anatomía

vascular desfavorable, aunque siempre debería individualizar-

se cada caso.

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