Revista nº 791 - page 9

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Sergio Merino-Salas
Derivación urinaria urgente por patología obstructiva de la vía urinaria
de la derivación urinaria (12), sin embargo el tipo de derivación
utilizada, ya sea stent ureteral o nefrostomía percutánea no
influye de manera directa en los resultados y evolución de los
pacientes. Hay que tener en cuenta en los pacientes con sepsis
urinaria obstructiva la presencia de otros factores como la edad y
la comorbilidad, ya que son factores que influyen de forma directa
y negativa sobre la evolución y sobre la mortalidad producida por
el episodio obstructivo (13). En nuestro estudio observamos un
porcentaje elevado de comorbilidades, sobre todo de diabetes
mellitus e hipertensión arterial. La mayor presencia de diabetes
mellitus y la mayor edad en los pacientes a los que se colocó una
nefrostomía percutánea influye como dicen otros autores (13)
en la existencia de una mayor mortalidad, tal y como sucede en
nuestros pacientes.
Realmente no hemos encontrado diferencias clínicas
evidentes significativas entre la colocación de una nefrostomía
percutánea o un stent ureteral en los casos de patología
obstructiva, sin embargo pensamos que en líneas generales la
primera opción debe ser el uso del stent ureteral puesto que
suele ser mejor tolerado por los pacientes y tiene menos riesgo
de expulsión accidental (5). Por el contrario la presencia de
sepsis urinaria con alteración de parámetros de función renal y
parámetros inflamatorios como la proteína C reactiva, así como
casos de patología obstructiva por causa maligna y compresiva
extrínseca nos hace inclinarnos más por la colocación de una
nefrostomía percutánea puesto que ha demostrado mejores
resultados y además evita la manipulación directa de la vía
urinaria y aparición de otras complicaciones asociadas con el
procedimiento (14-15). Además la colocación de la nefrostomía
percutánea en sistemas pielocaliciales dilatados con el uso de la
ecografía, permite realizar el procedimiento con mayor fiabilidad
y seguridad (16). En nuestro estudio todas las nefrostomías
percutáneas fueron colocadas mediante control ecográfico para
realizar la punción del sistema pielocalicial y posteriormente
guiados mediante fluoroscopia.
La principal diferencia encontrada entre los dos
procedimientos es el tiempo de estancia hospitalaria que
es mayor para los pacientes que se someten a nefrostomía
percutánea pero que está en relación a que éstos presentan una
media de edad mayor, unas cifras de creatinina mayores al ingreso
y una mayor incidencia de diabetes mellitus, EPOC y enfermedad
cardiovascular, que son factores de riesgo a tener en cuenta y que
por tanto aumentan la estancia hospitalaria (13). La presencia de
comorbilidades y la edad no suponen en la actualidad un hándicap
para tomar una decisión de derivación urinaria, es más, debido al
envejecimiento progresivo de la población la edad media de los
pacientes y el status de los mismos en los que se decide realizar
tratamiento intervencionista es cada vez más elevado (17).
CONCLUSIÓN
El uso indistintamente de stent ureteral o nefrostomía
percutánea ha demostrado los mismos resultados clínicos en
pacientes con patología urinaria obstructiva. Preferimos la
nefrostomía percutánea en pacientes con más edad, cifras de
creatinina más elevada y mayor comorbilidad, así como patología
obstructiva de causa maligna. Sin embargo, es preciso confirmar
esta afirmación con la realización de ensayos clínicos aleatorizados
para aumentar la evidencia científica y definir mejor la indicación
de un tipo u otro de derivación urinaria.
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