Revista nº 790 - page 145

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Daniel Torassa
Regeneración ósea en sector posterior del maxilar inferior
Figura 5. a) Se observa la ubicación de los implantes en el hueso
regenerado con vista lateral. b) Pilares colocados sobre los im-
plantes, vista oclusal.
Figura 6. Se observa las restauraciones coronarias cementadas
y en una posición adecuada. Vista oclusal (a) y vistal lateral (b).
Figura 7. Se expresan los valores de la estabilidad ósea cervical
(RX EOC) alrededor de los implantes en el transcurso de 3 años
posterior a la colocación de los mismos. Los resultados se expre-
san como media ± el error estándar de la media. (ns= p>0.05).
Figura 8. Se observa el control radiográfico para valorar la esta-
bilidad ósea cervical alrededor de los implantes a distintos tiem-
pos. A) Recién colocados; B) 1 año; C) 3 años.
Discusión
La técnica de regeneración lateral del reborde alveolar
maxilar inferior con material de relleno y cobertura con membra-
na utilizada en este estudio es un procedimiento que demuestra
previsibilidad en cuanto a los resultados logrados. Las técnicas
quirúrgicas que se han descrito para corregir y preparar de ma-
nera adecuada el terreno con deficiencias en el ancho del rebor-
de son: el injerto en block con hueso propio del paciente (11),
la técnica de ensanche del reborde mediante la fractura en tallo
verde a partir de la generación de una fisura con instrumental
piezoeléctrico o rotatorio y relleno del espacio (12), y por último,
el aumento de volumen con material de relleno y cobertura con
membrana (13). En nuestros casos hemos seleccionado esta últi-
ma porque que es una técnica que además de haber sido eficaz
posee como ventaja que tiene baja morbilidad comparado con
las otras técnicas de regeneración como la técnica de injerto de
hueso autógeno en block o particulado (11, 14) o la técnica de
ensanche con fractura en tallo verde del proceso alveolar (12).
En esta investigación utilizamos hueso alogénico y a pesar
de no tener una valoración histológica del hueso obtenido, ob-
servamos que el hueso regenerado ante el fresado mostró una
menor densidad que el hueso nativo del paciente, sin embargo
permitió una adecuada fijación primaria del implante. En relación
a los tipos de injertos óseos, el hueso autólogo se ha considerado
el gold-estándar para realizar regeneración ósea por su capacidad
osteoinductiva y osteoconductiva. Sin embargo, el mismo presen-
ta las desventajas de la escasez de material, su rápida reabsorción
y la morbilidad del sitio donante. Por otra parte, los aloinjertos
junto a los materiales aloplásticos y xenoinjertos son los más
empleados como injertos óseos porque se dispone de cantidad
suficiente de material, y su reabsorción lenta le añade importan-
tes propiedades osteoconductivas (15, 16, 17). Estas propiedades
osteoconductivas permiten la formación de tejido óseo alrede-
dor de las partículas, tejido que se forma a partir de la impregna-
ción de las mismas por el coagulo sanguíneo. Por este motivo, a
nuestra técnica de regeneración añadimos las perforaciones en la
cortical del reborde alveolar, con la finalidad de aportar vascula-
rización, células y los factores de crecimiento suficientes prove-
nientes del maxilar, que son los responsables de dicha formación
ósea (18, 19). Las consideraciones sobre la utilización de diferen-
tes materiales y cuál es el material que se comporta de manera
más adecuada en los resultados de la regeneración permanecen
sin respuesta definitiva.
La utilización en nuestro estudio de una combinación de
un material de relleno como un aloinjerto de hueso desminera-
lizado y liofilizado (DFDBA) y su variante mineralizada (FDBA) en
una proporción de 50% de cada material tuvo como propósito
disminuir la velocidad de reabsorción del material de injerto al
incorporar partículas mineralizadas.
Es importante destacar también que en todos los casos rea-
lizamos un sobrecontorneado del sector a regenerar para lograr
un reborde que tenga suficiente superficie como para que se pue-
dan instalar los implantes, ya que la reabsorción por modelación
del hueso de relleno utilizado genera una reducción de volumen
que se produce dinámicamente desde el inicio de la regenera-
ción.
La utilización de una membrana en la zona de regeneración
ósea tiene como objetivo actuar como barrera física que evita o
detiene el crecimiento de los fibroblastos de la mucosa bucal,
mientras las células osteogénicas y los vasos migran hacia la zona
del defecto óseo. Además estas membranas tienen como obje-
tivo estabilizar el injerto óseo y el coágulo sanguíneo y proteger
al injerto o relleno de una posible reabsorción temprana (20).
En esta técnica de regeneración efectuamos la extracción de las
membranas de PTFE no expandido de alta densidad a las cuatro
semanas de la cirugía, permitiendo la cobertura del relleno óseo
con un tejido blando que se genera por debajo de la membra-
na y que protege el área en todo el proceso de regeneración. La
superficie densa no expandida de la membrana empleada per-
mite efectuar una técnica de membrana expuesta en caso de no
ser factible el cierre sin tensión de los colgajos o si estos generan
compresión marcada del relleno. Estas membranas tienen la par-
ticularidad de que si se expone, no son fácilmente colonizadas
por bacterias debido a su baja porosidad (0,2 µm) y por tanto
se pueden mantener mejor higienizada que una membrana de
politetrafluoroetileno expandida (e-PTFE) (21). En nuestros casos
no realizamos la fijación de la membrana con elementos adicio-
nales como chinchetas o microtornillo ya que la propia estructura
superficial de la membrana le permite mantener la estabilidad del
material de relleno durante el período de protección necesario.
Al evaluar la estabilidad ósea cervical alrededor de los im-
plantes observamos que la media de pérdida ósea en el primer
año fue de 0,12 ± 0,02 mm, al segundo año de 0,14 ± 0,02 mm
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