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            Francisca Pulido
          
        
        
          
            El uso de BMP-2 en Traumatología. Avances en Ingeniería Tisular
          
        
        
          secuencia de eventos relacionados con la condro-osteogénesis y,
        
        
          en última instancia, permiten la curación de fracturas, incluyendo
        
        
          la quimiotaxis, la proliferación de células osteoprogenitoras
        
        
          mesenquimales y su diferenciación en un linaje osteogénico o
        
        
          condrogénico (3).
        
        
          Las BMPs son críticas para el desarrollo embrionario y
        
        
          la homeostasis del tejido en organismos adultos (2). Algunos
        
        
          ejemplos de procesos dependientes de las BMPs durante el
        
        
          desarrollo son, por ejemplo, la formación del eje embrionario, el
        
        
          desarrollo de las extremidades, los patrones del sistema nervioso,
        
        
          la formación de la cresta neural y el desarrollo de las estructuras
        
        
          craneofaciales (2, 5). Por otra parte, la mutación o eliminación de
        
        
          sus componentes origina patologías como la hipertensión arterial
        
        
          pulmonar, la telangiectasia hemorrágica hereditaria, la fibroplasia
        
        
          osificante progresiva, así como anomalías esqueléticas y algunos
        
        
          tipos de cáncer (1).
        
        
          El descubrimiento de las BMPs por Urist en 1965 (6) ha
        
        
          supuesto especialmente una gran investigación dedicada a
        
        
          la identificación y caracterización de factores de crecimiento
        
        
          osteoinductivos. Se sabe que las BMPs interactúan con receptores
        
        
          específicos que se encuentran en la superficie celular, lo que
        
        
          provoca una transducción de la señal que origina la movilización
        
        
          de proteínas de la familia de Smad (7). Así, las proteínas de la
        
        
          familia Smad reguladas por las BMPs (como son el R-Smad,
        
        
          Smad1, Smad4, Smad5, Smad8 y co-Smad) juegan un papel
        
        
          crítico como reguladores transcripcionales en osteogénesis y
        
        
          condrogénesis (8).
        
        
          Aunque existen diferentes tipos de BMPs (9), la mayor
        
        
          parte de los estudios recientes en la literatura se han centrado
        
        
          en la BMP-2, -6, -7, -9, y -14. Entre ellas, como se mencionó
        
        
          anteriormente, la BMP-2 es una proteína que actúa como factor
        
        
          de crecimiento capaz de inducir la formación del hueso y cartílago
        
        
          mediante la estimulación de la diferenciación de los osteoblastos y
        
        
          los condrocitos en diversos tipos celulares (10-12). Debido a estas
        
        
          propiedades, su estudio y utilización en determinados ámbitos,
        
        
          como es la Traumatología (en la cual se centra la Sección 2) y la
        
        
          Ingeniería Tisular (que se analiza en la Sección 3) parece tener
        
        
          una gran importancia, lo cual queda reflejado por el creciente
        
        
          número de publicaciones de los últimos años en ambos campos.
        
        
          
            Sobre el uso de la BMP-2 en Traumatología
          
        
        
          La proteína BMP-2 se ha evaluado en numerosos modelos
        
        
          preclínicos y clínicos. Se ha aplicado con éxito en la curación
        
        
          de diversas patologías debido a que es capaz de estimular la
        
        
          producción de hueso (13-17). En algunos casos, como es el
        
        
          tratamiento de fracturas abiertas, incluso es recomendada
        
        
          debido a que es capaz de reducir el coste de otras técnicas
        
        
          (18). Aunque sus aplicaciones se han centrado principalmente
        
        
          en el tratamiento de retrasos en la consolidación ósea, la
        
        
          pseudoartrosis y artrodesis vertebrales, actualmente se está
        
        
          ampliando su uso en las siguientes patologías (19):
        
        
          Fracturas agudas de tibia en adultos: la BMP-2 se usa como
        
        
          complemento al tratamiento estándar que utiliza la reducción
        
        
          abierta y el enclavado intramedular.
        
        
          Defectos óseos: en este grupo se incluyen también los
        
        
          defectos peroneos tras osteotomía tibial.
        
        
          Procesos de elongación ósea.
        
        
          Hueso osteoporótico: la BMP-2 se utiliza de forma conjunta
        
        
          con bifosfonatos.
        
        
          Algunos trabajos muestran que la BMP-2 es una alternativa
        
        
          viable al injerto y permite superar algunos de sus inconvenientes
        
        
          (4, 20). Además, puede ser combinada con otros factores,
        
        
          células, biomateriales e injertos para mejorar los resultados
        
        
          de curación (21, 22). Sin embargo, en la actualidad se están
        
        
          revisando sus posibles efectos adversos, entre los cuales pueden
        
        
          citarse el aumento del número de células inflamatorias en el
        
        
          lugar de aplicación, el aumento sérico de las concentraciones de
        
        
          anticuerpos anti-BMP-2, el edema generalizado, el crecimiento
        
        
          óseo y la aparición de osificaciones heterotópicas (19). En las
        
        
          siguientes secciones se analizan las ventajas y posibles problemas
        
        
          que el empleo de la BMP-2 puede tener en tres de sus aplicaciones
        
        
          más importantes dentro de la Traumatología, como son su uso
        
        
          en fracturas abiertas (Sección 2.1), pseudoartrosis (Sección 2.2) y
        
        
          fusión lumbar (Sección 2.3).
        
        
          2.1. BMP-2 y fracturas abiertas
        
        
          Dado el complicado tratamiento de las fracturas abiertas,
        
        
          es mucho el interés para mejorar su curación. Sin embargo, pese
        
        
          a que BMP-2 es un potente agente osteoinductivo, su uso en la
        
        
          cirugía de fracturas todavía se está estudiando, por lo que no es
        
        
          abundante la literatura perteneciente a este ámbito (23-25). Aún
        
        
          así, el uso de la BMP-2 como complemento a otros tratamientos,
        
        
          como el enclavado intramedular, parece ser una de las alternativas
        
        
          más prometedoras (17). Esta técnica, disminuye las tasas de
        
        
          reintervención (ya que se reducen las tasas de pseudoartrosis y
        
        
          el fracaso del material) y el tiempo de curación, lo cual implica
        
        
          un ahorro económico. Además, se suele observar una reducción
        
        
          en las tasas de infección y el dolor postoperatorio con respecto al
        
        
          tratamiento conservador.
        
        
          En fracturas graves de tibia, la BMP-2 aumenta las tasas
        
        
          de curación sin necesidad de los procedimientos secundarios
        
        
          comúnmente aplicados con otras técnicas tradicionales (23).
        
        
          Adicionalmente, este tratamiento sobre fracturas agudas supone
        
        
          una reducción económica del coste invertido comparando con el
        
        
          enclavado intramedular y la gestión de los tejidos blandos (18, 23).
        
        
          Sin embargo, la aplicación de la BMP-2 en fracturas abiertas de
        
        
          tibia tratadas además con fijación por clavo intramedular fresado
        
        
          parece no ofrecer una mejora significativa en la consolidación de
        
        
          la fractura, produciendo un alto porcentaje de infección en los
        
        
          pacientes tratados (24).
        
        
          El uso de la BMP-2 en localizaciones periarticulares no
        
        
          parece ofrecer tampoco resultados satisfactorios, suponiendo
        
        
          un mantenimiento de la integridad del hueso subcondral similar
        
        
          a no usar la BMP-2 (25). Además, produce con frecuencia
        
        
          complicaciones tales como hueso heterotópico, lo que aumenta
        
        
          las tasas de re-intervención.
        
        
          2.2. BMP-2 y pseudoartrosis
        
        
          Una de las aplicaciones más prometedoras para el uso de
        
        
          las BMPs es el tratamiento de la pseudoartrosis (21, 26, 27). Los
        
        
          requerimientos necesarios para ser utilizadas con esta patología
        
        
          incluyen un lecho limpio, sin contaminación bacteriológica, viable
        
        
          y vascularizado con una buena estabilización del defecto óseo
        
        
          (19). Bajo estas condiciones, las BMPs son capaces de formar
        
        
          hueso huésped y remodelar el implante que permite tratar la
        
        
          pseudoartrosis (16, 28), evitando muchas de las infecciones o
        
        
          reacciones alérgicas que pueden producirse con otros métodos
        
        
          (28). Así, las BMPs se han postulado como un sustituto del injerto
        
        
          óseo autólogo y una alternativa a la amputación en este campo
        
        
          (28, 29).
        
        
          El uso combinado de la BMP-2 recombinante humana
        
        
          (rhBMP-2) con otras técnicas tradicionales para tratar la
        
        
          pseudoartrosis parece mejorar la eficacia de los tratamientos
        
        
          de esta patología (Figura 1). Así se ha hecho, por ejemplo, para
        
        
          tratar la pseudoartrosis congénita de tibia en niños (21, 22). La
        
        
          rhBMP-2 se ha combinado con estabilización intramedular y
        
        
          fijación externa para mejorar la velocidad inicial de la unión y
        
        
          reducir el tiempo de consolidación (21). La combinación con el
        
        
          procedimiento de Masquelet también permitió alcanzar una
        
        
          mayor reconstrucción ósea (22). Por otro lado, Bostrom et al.
        
        
          usan conjuntamente la proteína osteoinductiva y la rhBMP-2
        
        
          (combinada con microesferas porosas) para curar un gran defecto
        
        
          diafisario de conejo (26). En este trabajo se observó que la mayor
        
        
          tasa de formación de hueso se obtuvo con las dosis más altas de
        
        
          la BMP-2 mientras que con las dosis más bajas se logró una menor
        
        
          unión ósea, mostrándose así la BMP-2 como un morfógeno
        
        
          potente en la regeneración ósea.
        
        
          La rhBMP-2 también se ha usado por separado para el
        
        
          tratamiento de pseudoartrosis de huesos largos, mostrándose
        
        
          como una alternativa adecuada al injerto autólogo de cresta ilíaca
        
        
          e implicando un menor tiempo quirúrgico y una menor pérdida
        
        
          de sangre intraoperatoria (16).